5 años de la Expo
Hola a todos!
Tras mis dos primeras entradas dedicadas al mundo del diseño (Cartel del Pilar) y la animación (anuncios de Coca-Cola), era hora de dedicar un artículo de mi blog a la arquitectura. Y que mejor manera que aprovechar que esta semana se cumplen 5 años de la inauguración de la Expo Zaragoza 2008 para analizar qué nos queda de ella analizando los principales edificios que se construyeron para la muestra.
Antes de todo comenzaré recordando brevemente en que consistió dicho evento:
- Se trataba de una Exposición Internacional, centrada en el tema del agua.
- Duró exactamente tres meses, tal y como está establecido para este tipo de Exposiciones, concretamente del 14 de junio al 14 de septiembre de 2008.
- Se ubicó a las orillas del río Ebro, en lo que se conoce como “Meandro de Ranillas”, un espacio de huertas antes de la Expo.
- Participaron un total de 108 países de los 5 continentes.
- La Expo recibió 5.6 millones de visitantes.
Una vez repasados los principales datos de la Exposición, podemos analizar qué es lo que queda de aquellos inolvidables días analizando la situación actual y centrándonos especialmente en los cuatro edificios más importantes de la Expo.
Sólo la mitad del recinto está vendido, los edificios emblemáticos vacíos
A pesar de las innumerables promesas de que tras la Expo los espacios tendrían uso y de que todo estaba controlado de antemano, lo cierto es que el tiempo ha quitado la razón a las instituciones.
Tras cinco años de conjeturas y de intentos fallidos de regenerar los espacios de la Expo, sólo es ahora cuando se empiezan a ver los primeros síntomas de recuperación en la zona, y gracias en gran parte a la inversión pública. Recientemente los juzgados de zaragoza (La Ciudad de la Justicia) han comenzado a trasladarse a la zona donde se ubicaron los pabellones de las Comunidades Autónomas y Oriente Medio, mientras que los edificios de los pabellones del resto de países, destinados al Recinto Expo Empresarial, apenas tienen vendidos o alquilados poco más de un tercio de sus espacios.
Pero lo más alarmante se aprecia cuando se analiza la situación de los cuatro grandes edificios de la intervención:
1. La Torre del Agua
El edificio emblemático de la Expo, y que junto al Pilar domina el skyline de la ciudad. Con sus 76 metros de altura, es un edificio vacío en su interior, que durante la Exposición albergó la escultura Splash, pero al que tras la muestra resulta difícil encontrarle una utilidad real.
Recientemente Wolkswagen alquiló este espacio para la presentación del nuevo Golf 7, pero poco más se puede decir del gigante que actualmente gestiona la CAI (Caja de Ahorros de la Inmaculada), pero cuyo contrato corre riesgo de romperse.
El coste de la obra fue de 53 millones de euros, aunque estaba presupuestada en 35.
2. Pabellón Puente
Si hay un edificio que sorprende por su inoperancia y que representa el gasto superfluo de los años de bonanza, éste es el Pabellón Puente.
La obra de la arquitecta Zaha Hadid, que costó 87 millones de euros (se presupuestó en 25, menos de un tercio del precio final) lleva cinco años cerrada (salvo contadas ocasiones para anuncios y otros eventos especiales), con un mantenimiento de más de un millón de euros al año.
Por lo visto ahora se transformará en un centro dedicado a la innovación y la tecnología, aunque aún no hay fecha para ello y se requiere una inversión de otros 3 millones de euros.
3. Pabellón de España
Otra de las grandes obras de la Expo 2008 fue el Pabellón de España de Patxi Mangado.
Con un coste final de 30 millones de euros, se especuló con que se convertiría en la sede de la nueva facultad de Arquitectura de Zaragoza, así como en la sede del Instituto del Cambio Climático. Ninguna de las dos propuestas (así como otras posteriores) llegaron a buen puerto ya que la distribución y la estructura interna del edificio hacen difícil dichos usos.
4. Pabellón de Aragón
Finalmente, el pabellón de Aragón.
La famosa “Cesta de mimbre” del arquitecto aragonés Daniel Olano sigue esperando inquilino. Con un presupuesto inicial de 22 millones de euros y un coste final de 36, el edificio que albergaba a la Comunidad anfitriona sigue a la espera de uso tras las propuestas de albergar una consejería o un centro cultural.
La DGA no encuentra ninguna entidad que quiera hacerse con él y con su millonario mantenimiento, y en la actualidad el edificio está tal cual quedó tras la muestra.
Queda claro viendo cómo se han gestionado los edificios más importantes de la muestra que aún queda mucho por hacer, y que aunque se están dando los primeros pasos para regenerar y dinamizar la zona, el meandro de Ranillas todavía está muy lejos de ser lo que se prometió antes, durante y poco después de acabar la Exposición Internacional de Zaragoza de 2008.
Para que os vayáis con un buen sabor de boca tras esta pequeña crítica, os dejo un vídeo de cómo se vivieron los últimos momentos de la Expo y sobre todo un resumen de aquellos intensos 93 días del verano de 2008.
Un saludo!
Yo realmente pensé que la zona Expo iba a acabar como la de Sevilla,pero parece que con el traslado de los juzgados esto no va a suceder.Esperemos que poco a poco la zona vaya cobrando la vida de la que hasta ahora carecía y se convierta en un importante centro de actividad.Ganariamos todos.
Al igual que otros proyectos que suponen fuertes inversiones siempre queda la duda de ¿qué ocurrirá después? ¿se llegará a poder da uso a una zona aislada del resto de las áreas comerciales, de negocios…? Desde luego ha sido una reacción de nuevo de un ente público ante la realidad en la que llevamos inmersos desde hace unos años…la falta,mejor dicho, carencia de inversión privada en inmovilizado, y mucho menos cuando el posterior mantenimiento del mismo puede llevarles a la ruina…
Digamos que la única opción de revivir la zona Expo ha sido trasladar los juzgados, y supongo que veremos como otras iniciativas, públicas o subvencionadas por lo público…acaban allí.